Genial trabajo de Harmony Korine,
director que ha atrapado toda mi atención desde hace unos días. Todo empezó con
Trash Humpers, una peli que me superó y que despertó mi interés por el trabajo
del director. Al parecer empecé de atrás para delante. Mister Lonely mi segundo
regalo de Korine, una delicia surrealista. Julien Donkey Boy no fue la
excepción. Pero aquí, Gummo, su opera prima.
Gummo
brilla por su guión original, se puede identificar que su mano está por todos
lados. Al principio parece que aún continua con Kids y Ken Park en su
cabeza. Una historia sobre un pueblo devastado por un tornado, los jóvenes
siguen una vida nihilista y descomprometida, ay! juventud descarriada. Hasta
aquí nada nuevo. Pero cuando miras un poco más, y aquí viene la parte difícil,
cuando dejas de mirar con un juicio moral consensuado los personajes aparecen
con una riqueza muy especial. Es decir, qué querría decirnos Korine si sólo los
pusiera en evidencia como un plato de morbo y autocomplacencia para el
espectador que puede ser identificado por consumidor de arte, siendo una
película ahora catalogada como de culto, de clase media y que más da
espectadores cómodos del Estado de bienestar. Pero, ¿qué es entonces lo que
propone Korine?
En una opinión personal, no es guiarnos por un freak show en sus múltiples guiones sino la plena aceptación de su existencia. Es decir, tendemos a ignorar a personajes como los de Gummo: un enano afroamericano y homosexual, una chica con discapacidad cognitiva, dos hermanas que quieren ser stripers. Son marginados pero están ahí y su existencia es absolutamente válida, las formas de legitimación sociales no los alcanzan y son tratados como menos que humanos. Sin embargo, son personajes tan ricos y con tanto que ofrecer, son portadores de la vanguardia, todo un movimiento contracultural hecho y derecho. Me encantó su estilo en cuanto a la música, la fotografía, o el vestuario. uf!! Es increíble muchos quisiéramos tener esa facilidad y creatividad para romper esquemas con tanta naturalidad y encanto. Lo irónico es que mañana veremos algunos de esos atuendos devorados por el pret a pòrter.
En una opinión personal, no es guiarnos por un freak show en sus múltiples guiones sino la plena aceptación de su existencia. Es decir, tendemos a ignorar a personajes como los de Gummo: un enano afroamericano y homosexual, una chica con discapacidad cognitiva, dos hermanas que quieren ser stripers. Son marginados pero están ahí y su existencia es absolutamente válida, las formas de legitimación sociales no los alcanzan y son tratados como menos que humanos. Sin embargo, son personajes tan ricos y con tanto que ofrecer, son portadores de la vanguardia, todo un movimiento contracultural hecho y derecho. Me encantó su estilo en cuanto a la música, la fotografía, o el vestuario. uf!! Es increíble muchos quisiéramos tener esa facilidad y creatividad para romper esquemas con tanta naturalidad y encanto. Lo irónico es que mañana veremos algunos de esos atuendos devorados por el pret a pòrter.
Para mí esto es Harmony Korine, un
director que reclama nuevas formas de legitimación y critica los viejos juicios
de pertenencia y moralidad, por eso admiro su trabajo. Espero poder hablar de
cada una de sus producciones.
Brilliant work of Harmony Korine,
director that has caught my attention for a few days. It all started with Trash
Humpers, a movie that overtook me and that sparked my interest in the work of
the director. Apparently I started backwards. Mister Lonely my second gift of
Korine, a surrealist delight. Julien Donkey Boy was no exception. But here,
Gummo his opera prima. This film is conspicuous by its original script, you can
identify his hand everywhere. Initially seems that he continued with Kids and
Ken Park in his head. A story about a town devastated by a tornado, young
people follow by a nihilistic way of life, oouh! misguided youth. So far,
nothing new. But when you look a little more, and here comes the difficult part,
when you take a look with a non consensual moral judgment the characters appear
with a very special wealth. In other words, what would mean if Korine only put
them in evidence as a dish of curiosity and complacency to the spectator who
can be identified by consumer of art, being now catalogued as a cult film,
middle class and giving more comfortable spectators of the state of coomodity. But
what then Korine suggests?
In a personal opinion, his work is not a freak
show guided by his multiple hyphens, but the full acceptance of its existence. In
other words, we tend to ignore characters as Gummo’s: a dwarf African-American
and homosexual, a girl with cognitive disabilities, two sisters who want to
become stripers. They are marginalized but their existence is absolutely valid,
social forms of legitimizing fail them and thus they treated as less than
human. However, they are so rich and with so much to offer, are carriers of the
avant-garde, all a counter-cultural movement strong and fierce. I loved his
style in music, photography, or costumes, uf! It is unbelievable, so many
people would like to have this facility and creativity to break schemes with such
naturalness and charm. The irony is that tomorrow we will see some of these
costumes devoured by the pret to pòrter.
For me this is Harmony Korine, a
director who calls for new forms of legitimation and criticizes the old trial of
belonging and morality, being this why I admire his delightful work. I hope to
talk about each one of his productions.
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